Desabasto y deficiencias, las quejas contra el Cecan

Las denuncias por la falta de medicamentos en el Centro Estatal de Cancerología "Dr. Miguel Dorantes Mesa", de Xalapa, no son nuevas. Durante años, diversos medios informativos han documentado el calvario que enfrentan pacientes y familiares ante las graves deficiencias con que opera el Cecan.

En febrero de 2019, por ejemplo, familiares de pacientes atendidos en ese centro denunciaron la escasez de quimioterapias. Incluso se manifestaron en Plaza Lerdo, en la capital del estado, con pancartas en las que se leía: "Tengo cáncer y no hay medicamentos".

La respuesta del gobierno estatal fue el silencio. Prevaleció, una vez más, la falta de sensibilidad ante un problema que involucra vidas humanas.

En 2020 las quejas se intensificaron. En enero de ese año, pacientes y familiares salieron nuevamente a las calles de Xalapa para exigir atención y medicamentos oncológicos. Denunciaron que desde octubre de 2019 se había suspendido el suministro de tratamientos, lo que habría provocado el fallecimiento de al menos ocho menores.

Los manifestantes bloquearon el centro de la ciudad. En entrevistas con medios, señalaron que en el Cecan escaseaban incluso insumos básicos como soluciones salinas y agujas. Más de cien menores, dijeron, esperaban sus tratamientos. ¿La respuesta de las autoridades? Ninguna. Apenas declaraciones vacías, sin acciones concretas.

Cinco años han pasado desde aquellas denuncias, y el desabasto persistió hasta el final del sexenio anterior, como lo documentó la prensa estatal.

Al inicio del actual gobierno, encabezado por Rocío Nahle, se reconoció públicamente el problema y se anunciaron acciones para mejorar el suministro no solo en el Cecan, sino en toda la red hospitalaria veracruzana.

La gobernadora fue clara: se dará prioridad a los sectores más vulnerables.

Hoy, el tema vuelve al centro de la discusión pública tras la declaración de la mandataria, quien reafirmó su compromiso y declaró que se tomarán medidas inmediatas para resolver el desabasto en el Centro Estatal de Cancerología.

Afirmó: "Si no hay medicamentos porque están con el IMSS-Bienestar, hoy mismo se tienen que comprar... Entiendo que el programa Bienestar es nacional y avanza, pero una vida es una vida. Por eso, los vamos a adquirir con presupuesto estatal".

Estas declaraciones revelan no solo las deficiencias del programa IMSS-Bienestar, que opera en Veracruz mediante un convenio con el Gobierno del Estado, sino también la disposición de la actual administración de asumir la responsabilidad directa y priorizar la salud de los veracruzanos.

La disposición de actuar de inmediato para no interrumpir los tratamientos oncológicos es, sin duda, una buena noticia; también lo es para el sector salud de Veracruz —durante años, saqueado por malos manejos y corrupción—.

La salud no puede esperar. El compromiso asumido por la gobernadora debe traducirse en resultados concretos. Porque detrás de cada reclamo hay un paciente, una familia, una vida que merece atención y dignidad.

@luisromero85