A menos de dos semanas de que arranquen las campañas municipales, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Agua Dulce se encuentra envuelto en una fuerte crisis interna. Su supuesta candidata a la presidencia municipal, Cristal del Carmen Anota Sánchez, anunció públicamente que no participará en la contienda electoral, pese a que su nombre aparece registrado ante el OPLE.
Anota Sánchez explicó que en su momento entregó documentación al partido tras recibir una invitación informal, pero que declinó participar antes incluso del periodo oficial de registros. Su aparición en la planilla, afirma, fue realizada sin su consentimiento final, por lo que no hará campaña ni representará al PRI en esta elección.
La fractura es más profunda. El Comité Directivo Municipal, encabezado por Leonel Amaro, se deslindó por completo de las decisiones tomadas por la dirigencia estatal y actores regionales. Por lo cual sostienen que no respaldarán candidaturas impuestas ni participarán en la campaña, convirtiéndose —según sus propias palabras— en "simples espectadores" del proceso 2025.
En medio de este desorden, el delegado regional del PRI, Agustín Hernández Monroy, busca colocar una nueva candidata que le permita controlar la integración de la planilla, con la aparente intención de asignar la primera regiduría a un familiar.
A estas alturas, y con un partido dividido y sin estructura operativa, el tricolor se perfila como el contendiente más débil en la carrera por la alcaldía de Agua Dulce.
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