Minatitlán se ha convertido en la ciudad que no duerma o que ya no tiene noche, así lo afirman habitantes, quienes relacionan esta situación a las constantes emisiones de etano de la refinería Lázaro Cárdenas del Río, que es propiedad de Pemex.
Lo anterior se ha dado a conocer de acuerdo a una investigación realizada por Climate Home, en la que entrevistaron a varios vecinos de esta ciudad petrolera ubicada en el sur de Veracruz.
Este complejo petroquímico, está cerca de cumplir 119 años, pues fue fundado el 29 de marzo de 1906, siendo el primer recinto industrial de su tipo en instalarse en el país a la orilla del río Coatzacoalcos.
La Refinería ha tenido varias transformaciones, siendo la primera instalación experimental de Latinoamérica, pasando por la expropiación petrolera y construyéndose prácticamente nueva en 1956.
Actualmente, la Refinería Minatitlán se transforma como parte del Programa de Rehabilitación del Sistema Nacional de Refinación de PEMEX para producir Magna UBA, PEMEX Premium UBA, PEMEX Diésel UBA, Gas licuado de petróleo, Propileno, Coque y Azufre elemental, contribuyendo así con la soberanía energética de México.
Los ciudadanos aseguran que en Minatitlán las noches ya no son oscuras, e ironizan comparando a este municipio con Mordor, un reino ficticio creado dentro de la obra y novelas del señor de los anillos.
El metano es un gas de efecto invernadero aproximadamente 80 veces más potente que el dióxido de carbono durante los primeros 20 años tras su emisión. Los expertos afirman que reducir las emisiones de metano es una tarea fácil para combatir el cambio climático.
El aumento de las emisiones de metano de Pemex, incluso con la caída de su producción de petróleo y gas, podría poner en riesgo los ambiciosos objetivos climáticos de México, advirtieron analistas.
Petróleos Mexicanos se ha comprometido en diversas ocasiones a reducir la quema, así como el venteo y otros tipos de fugas, como se describe en su plan de negocios 2021-2025, sin embargo, las emisiones de metano mantuvieron una tendencia al alza.
Estas emisiones han afectado durante varios años y directamente a la colonia La Oaxaqueña, que es aledaña a la refinería Lázaro Cárdenas, aunque los vecinos aseguran ya estar acostumbrado a esta situación.
El aroma químico en el ambiente puedes generar tos, estornudos, vómito, mareos, dolores de cabeza, entre otros síntomas por los que la población afirma que lo ha hecho ir al hospital en diversas ocasiones.
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