En El muelle, la zona pesquera de la localidad, presenta una imagen desalentadora, las redes arrumbadas, anclas en el caudal y varias embarcaciones amarradas.
La actividad pesquera ha disminuido drásticamente, dejando a más de 40 trabajadores del mar en la incertidumbre económica.
Pescadores que laboran en la zona reconocen que la captura ha bajado significativamente en las últimas semanas, debido a las condiciones del río que han cambiado y que los factores ambientales, como la contaminación está afectando severamente la reproducción y presencia de las especies.
La mayoría de las embarcaciones permanecen amarradas por falta de combustible, insumos y rentabilidad, incluso las ´faenas´ se han vuelto costosas, lo que obliga a muchos ´hombres del mar´ a buscar alternativas laborales temporales para sostener a sus familias.
Las voces desde el muelle coinciden en la urgencia de un diagnóstico serio y soluciones que consideren tanto el aspecto ambiental como el económico.
Mientras tanto, el panorama continúa siendo desolador; el muelle permanece ´silencioso´, las redes secas y los motores apagados, mientras el río, mudo testigo de la crisis, arrastra consigo la esperanza de quienes dependen de él para sobrevivir.
MIGUEL A. RODRÍGUEZ/IMAGEN DEL GOLFO
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