El silbato de Lenin Hernández Rueda se apagó para siempre. Este jueves se confirmó su fallecimiento, a causa de complicaciones en su salud relacionadas con su edad avanzada. Con él se va no solo un árbitro experimentado, sino una figura entrañable del fútbol local que durante décadas defendió la justicia deportiva con firmeza, carácter y respeto.
Lenin no solo fue testigo de innumerables encuentros, sino también el guardián del reglamento en tiempos donde la pasión amenazaba con desbordar la cancha. Supo imponerse sin prepotencia, dialogar sin ceder y pitar con ese raro equilibrio entre autoridad y humanidad que solo los grandes árbitros dominan.
En cada silbatazo, en cada gesto sereno mientras marcaba una falta o sacaba una tarjeta, Lenin dejaba claro que el fútbol no solo se juega, también se respeta. Por eso su partida ha calado hondo entre jugadores, entrenadores y aficionados de varias generaciones, quienes hoy recuerdan sus sentencias imparciales, sus charlas al medio tiempo y su presencia sobria bajo el sol ardiente o bajo la lluvia.
El fútbol de Las Choapas pierde a un referente que nunca buscó protagonismo, pero que siempre estuvo en el centro del campo, donde la presión es mayor y el juicio más difícil. Que descanse en paz Lenin Hernández Rueda, el árbitro de la voz firme y el corazón justo. Hoy, el marcador de la vida ha llegado a su final... pero su legado sigue en juego.
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto | Aviso de Privacidad
Reservados todos los derechos 2025 |