Con el inminente regreso de Black Mirror con su séptima temporada, la icónica serie antológica de Charlie Brooker, Netflix se prepara para lanzar seis nuevos episodios que prometen mantener el tono inquietante y provocador que caracteriza a la franquicia. Pero esta vez, hay un giro adicional: varios capítulos retomarán personajes, universos o ideas presentadas en entregas anteriores.
Si estás pensando en hacer una maratón previa al estreno, hay algunos episodios que definitivamente deberías volver a ver. No solo por su impacto emocional o narrativo, sino porque algunos tendrán vínculos directos con la séptima temporada. Aquí te dejamos una guía con los más relevantes.
Esta especie de parodia oscura de Star Trek no solo es uno de los episodios más celebrados, sino que ahora también tendrá una secuela directa. Jesse Plemons interpretaba a Robert Daly, un genio del desarrollo de videojuegos con impulsos tiránicos que controlaba a clones digitales de sus colegas dentro de un universo simulado.
La historia se centraba en la rebelión de una nueva integrante, Nanette Cole, quien junto a otros avatares buscaba liberarse del control del protagonista. Este episodio genera un análisis brillante sobre el poder, la conciencia artificial y la toxicidad disfrazada de trauma.
Este experimento de narración no lineal introdujo a Stefan, un joven programador atrapado en una red de decisiones múltiples dentro de un videojuego. La temporada 7 retomará a personajes como Colin Ritman (Will Poulter) y Mohan Thakur (Asim Chaudhry), lo que sugiere una posible expansión del universo de Bandersnatch en el episodio titulado Plaything. Si disfrutaste tomando decisiones imposibles, es momento de revisitar este laberinto psicológico.
Este episodio es una excepción luminosa en la serie, con su enfoque en la vida después de la muerte a través de una simulación digital. Common People, uno de los nuevos capítulos, parece que será ser similar a esta idea de realidades paralelas y relaciones en mundos artificiales. San Junipero es un episodio que explora la meditación emocional sobre el amor, la identidad y la eternidad.
El duelo potenciado por la tecnología es el eje de este episodio protagonizado por Hayley Atwell y Domhnall Gleeson. Tras la muerte de su pareja, una mujer recurre a un servicio que recrea una versión artificial de él a través de sus datos digitales. Una historia tan íntima como inquietante, sobre la obsesión de aferrarse a lo que ya no está.
Con el recurrente tema de la Tecnología inmersiva Black Mirror explora en este capítulo titulado "Playtert" los implantes cerebrales y videojuegos de terror donde un joven aventurero a prueba un juego experimental que explora sus miedos más profundos.
Con el regreso del universo de USS Callister y la continuidad de Bandersnatch, este episodio se convierte en una pieza clave para reflexionar sobre los riesgos de la realidad aumentada.
En esta historia la serie gira en torno a un sistema de citas que controla cuánto duran tus relaciones y con quién deberías estar. Lo que empieza como una premisa romántica, se convierte en una crítica a los algoritmos que pretenden decidir nuestros vínculos afectivos. Si los nuevos episodios continúan explorando la tecnología en relaciones humanas, este capítulo es una referencia obligada.
Uno de los capítulos más impactantes de Black Mirror es el de Nosedive, en el cual sumerge al espectador en una historia donde el valor de las personas depende de la cantidad de estrellas con las que otros te califican.
Con una paleta de colores pastel que contrasta con su fondo distópico, este episodio retrata un mundo donde la aceptación social lo es todo. La historia de Lacie, obsesionada con subir su puntuación para acceder a una vida "mejor", resuena con la adicción actual a la validación digital, lo que convierte a este episodio en un repaso obligatorio para recordar los mensajes que la serie busca dar en cada temporada.
Siguiendo la línea de lo peligroso que puede ser la obsesión por tener el control y el uso de dispositivos para hacerlo, es la primicia que maneja este capítulo lo que lo hace ideal para la recapitulación.
En el episodio Arkangel, la obsesión por el control parental y la privacidad infantil nos muestra cómo una madre instala un implante en su hija para monitorear cada aspecto de su vida. A medida que la niña crece, el sistema se convierte en una prisión tecnológica. Un reflejo brutal de cómo el deseo de protección puede deformarse hasta el extremo.
Con un pasado tan rico en ideas y emociones, Black Mirror no solo se prepara para expandir su universo, sino para invitar al espectador a revisar los fantasmas digitales que ya conocimos. La séptima temporada promete más que nuevas historias y se estrena el próximo 10 de abril.
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto | Aviso de Privacidad
Reservados todos los derechos 2025 |