Especialistas ven cada vez más cerca una guerra comercial a gran escala entre China y Estados Unidos luego de la decisión del presidente Donald Trump de imponer aranceles superiores al 100 por ciento a ciertas importaciones de productos chinos a partir del miércoles 9 de abril.
El gobierno de Pekín sentenció que luchará hasta el final en lugar de ceder ante lo que califican como un chantaje estadunidense, y ya ha impuesto sus propias barreras comerciales en contra de EUA como respuesta. De hecho, este miércoles 9 de abril, el ministerio de Finanzas chino dio a conocer un arancel del 84 por ciento sobre todos los productos importados de Estados Unidos.
El comercio de bienes entre ambas naciones ascendió a unos 585 mil millones de dólares el año pasado 2024.
No obstante, EUA importó mucho más de China 440 mil millones (440 mil millones de dólares) de lo que China importó de EUA (145 mil millones de dólares).
Esto dejó a Estados Unidos con un déficit comercial con China (la diferencia entre lo que importa y exporta) de 295 mil millones en 2024. Se trata de un déficit comercial de consideración, ya que es equivalente al 1 por ciento de la economía estadunidense.
Sin embargo, es inferior a la cifra de 1 billón de dólares que Trump ha declarado reiteradamente esta semana.
Cabe destacar que Donald Trump ya impuso importantes aranceles a China durante su primera gestión, gravámenes que se mantuvieron e incluso su sucesor, Joe Biden, los aumentó.
En conjunto, estas barreras comerciales ayudaron a disminuir los bienes que Estados Unidos importaba de China del 21 por ciento de las importaciones de EUA en 2016 al 13 por ciento el año pasado.
Debido a esto, la dependencia comercial de EUA de China ha decrecido en la última década.
EE.UU. y China en conjunto representan una parte considerable de la economía mundial, aproximadamente 43 por ciento este año, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Si se involucran en una guerra comercial a gran escala que hace más lento su crecimiento, o incluso los empujaría a una recesión, probablemente se vería afectada.
Otra posible consecuencia es que, como China es el mayor país manufacturero del mundo, produce más de lo que su población consume internamente, además de que produce bienes a un costo inferior al real de producción a causa de subsidios internos y apoyos financieros estatales, por lo que, existe el riesgo de si estos productos no pudieran ingresar a EUA, las compañías chinas intentarán venderlos en el extranjero.
Si bien esto podría traer beneficios a los consumidores, también podría ser perjudicial para los productores de otros países, amenazando empleos y salarios.
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto | Aviso de Privacidad
Reservados todos los derechos 2025 |